viernes, 20 de noviembre de 2015

Gerardo muere durante el día del hombre

Como el final triste que los cuentos de hadas nunca tuvieron: nuestro personaje principal muere en un día simbólico, el día del hombre. Una familia ha perdido a un miembro de mucha importancia y por ende un rol que va a faltar en la vida de su viuda e hija. Eso es una tragedia desde donde quiera que se vea.
 
Algunos amigos no sienten ganas de celebrar este día porque es una gran vergüenza para el género masculino. Entiendo de dónde viene esta actitud, puesto que a mí también me avergüenza que la violencia de genero sea mayormente generada por hombres. Y eso es un problema a erradicar, definitivamente.

 Además, a nadie parece que ser hombre sea algo importante o que valga la pena celebrar. No hay correos de la empresa, comentarios como "se ama y trata bien al papá todos los días, no sólo una vez al año". En mi caso, yo me acordé de casualidad y mucho rato después algunas mujeres se acordaron de poner algo bonito en Facebook.

A mí me molesta que este sea un sentimiento generalizado entre los hombres, especialmente entre los que nos importa la gente a nuestro alrededor: uno siente vergüenza de ser hombre. Pero ¿Y qué he hecho yo para que me hagan sentir de esta manera? Nada, sinceramente. Y muchos hombres estamos luchando para crear nuestro rol de una manera responsable para con nuestra familia y sociedad. La motivación no es fácil de adquirir cuando todo lo que uno representa parece ser muy cercano a la mierda.

Por eso, no me pidan ser feminista. Yo también vi el discurso de Hernán J. y no coincido en que serlo es lo único decente que uno puede llegar a ser. Por definición, el feminismo es algo excelente pero en la práctica esa teoría se desvanece. Realmente no hay mujeres u hombres feministas velando por que la discriminación no se haga inversa.
 
Hay una creencia generalizada de que ser hombre solo trae privilegios. Por ejemplo, mi esposa y yo trabajamos juntos para hacer la fiesta de mi hija, y una amiga hizo el típico comentario "y me imagino que al final lo hiciste todo vos" a mi esposa. Así como todo mundo asume que ella es la que cocina, cuida los niños y muchas otras cosas más a las que ya me acostumbre a quedarme callado. Muchos de esos comentarios con tono resentido provenientes de mujeres que se autodefinen como feministas.

Si yo pudiera escoger una etiqueta, escogería algo así como "asexista". Y es que, como podrán notar, estoy realmente muy cansado de que se me imponga, por estar en esta condición de hombre, ser una especie de caballero en armadura de plata, perfecto. Que cumple con todos los roles que busca la doncella desde hace siglos y además, con todos los demás que le exige el feminismo (en donde se odia a las princesas por el rol que le imponen). O de lo contrario soy uno de los machistas que deberían quemar vivos.

No actúo como Gerardo lo hizo ni pienso que sea necesario hacerlo. Que hay que acabar con el acoso callejero, sí estoy de acuerdo completamente. Pero es evidente que esa no es la manera correcta de hacerlo. Todos necesitamos concientizarnos acerca del respeto mutuo y de la importancia de saber que el tiempo es implacable, solo hay que tener paciencia.

Hoy pienso que él murió el día del hombre porque además de concientizar acerca del problema del acoso callejero, el simbolismo podría servir para eliminar ese rol de súper humano que a todos los hombres se nos ha hecho creer que tenemos que cumplir. Por eso, mis sincero agradecimiento Gerardo (hombre).