domingo, 22 de diciembre de 2013

El destino.

Once you start down
the dark path,
forever will 
it
dominate your destiny,
consume you it will
Mi hijo me dijo una frase que me dejó perplejo, como me pasa constantemente con él: "Papi, el Karate es mi destino". Y me lo dijo porque lo estaba tratando de convencer de llevar clases juntos de Aikido. Voy a respetar su decisión y empezar sólo, conociéndolo, no voy a lograr que se me una en un futuro próximo.
Por otro lado, hoy me encontré con esto "El destino es solo una pequeña parte del viaje. Estamos tan preocupados sobre nuestras metas, sobre nuestro futuro, que nos perdemos de todas las cosas maravillosas que hay en el camino. Si estas demasiado preocupado por tus metas, al final no vas a disfrutarla cuando las consigas. Estarás preocupado por tu próxima meta, tu próximo destino."
Mi pequeño Maestro Infinito y ese texto, me enfrentaron con una reflexión dura de afrontar cuando vas a cumplir 40. ¿Cuál es mi destino? ¿Qué estoy haciendo para lograrlo? ¿Vale la pena preocuparse por eso? 
Por el momento no tengo las respuestas pero por lo menos se que necesito celebrar este importante hito con música.  Porque recuerdo tener la certeza de mi hijo con respecto a su disciplina marcial pero con la música. Y por hacer lo que la sociedad espera de mi, me he separado demasiadas veces de lo mío. Si quieren acompañarme, me avisan y yo los invito.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Fronteras, rejas y etiquetas


Que la inmensidad del universo nos recuerde lo inútil que es preocuparse de que es mío, que es tuyo.

Que por un instante nos ubiquemos y sepamos que somos diminutos y tenemos mucho que compartir. Y que lo recordemos constantemente, cada vez que sentimos odio hacia un prójimo.

Para que dejemos de pelear por límites inexistentes y creencias que tienen más en común que diferencias. Para que algún día no haya que recordar una fecha por el dolor que nosotros mismos nos infringimos.

Derecha, izquierda, femenino, masculino, politeístas, monoteístas o ateístas... hagamos un alto en el camino y démonos cuenta que todos somos humanos en necesidad de amor.


martes, 23 de julio de 2013

Doce, Diez, Ocho y Cuatro

Sí, amarillo.
Hace doce años conocí una chica muy guapa. Por esas cosas extrañas de la vida yo envié mi currículo a un lugar que solicitaba gente bilingüe que fuera estudiante de arquitectura, leyes, medicina, y otras muchas carreras. Me llamó la atención y dije "¡debe ser un proyectazo!". Yo cumplía con los requisitos y acaba de pasar un tremendo desfalco con respecto a la primera empresa que traté de montar.

Cuando me dijeron que era para dar clases de inglés yo no entendí en que se relacionaba con mis estudios de arquitectura y me senté en la sala de espera solo porque ya había hecho el viaje y no tenía mucho más que hacer. Mi sorpresa fue cuando vi a una profe de inglés que me volcó el corazón. Fue entonces cuando decidí quedarme.

Hice amistad con un compañero de trabajo y ¡mirá la causalidad! era amigo de la profe. El nos presentó y yo les ofrecí llevarlos a los dos a casa. Yo acababa de reconstruir a "Pepito", un Toyota 1970, con mis propias manos, literalmente. No era mucho pero por lo menos me daba una excelente oportunidad para conocerla y ver como está la cuestión.

Fuimos a dejarla a ella primero. Cuando se bajó, se fue y no volvió a ver, mala señal. Yo le pregunté a mi amigo y me dijo que ella acababa de pasar un chasco horrible con uno de esos estúpidos, imbéciles y malos ejemplares del sexo masculino. Mis chances eran negativos. Algo me dijo que iba a ser otra de mis muchas amigas de las que yo me había enamorado. Ya a mis 27 años estaba más que acostumbrado. Ni modo, yo me convencí que esta vez va a ser mi amiga y no me voy a enamorar.

Fue imposible. Una chica encantadora. Con su lado oscuro, artista, rebelde, escritora, bailarina, inteligente y bella. Además de tener ese aire bohemio que me encanta, su voz simplemente hechizadora. Unos ojos expresivos y una carcajada deliciosa. Mi gran ventaja: le gustaban mis chistes. Y bueno, después de muchas salidas entre los tres amigos de brete, piropos e indirectas, recuerdo que me abrazó y me dijo que yo era muy abrazable. La situación se empezaba a poner muy interesante.

Después de un año de ser amigos, nos dimos un primer beso. Yo soy de esos hombres que después de ese primer beso, van saltando y haciendo tonto de regreso a casa. El problema era que se iba de viaje. Cuando regresó, meses después, ella no estaba segura si quería perder a su mejor amigo. "¡Que maldición ser tan buena gente!" fue lo que pensé. Pero gracias a algunas cosas que dije y la complicidad de algunas otras personas, por fin dejó de resistirse.

Hace diez años empezamos a vivir juntos. Tuve que vender a "Pepito" por unas cuestiones técnicas pero ese carrito fue todo un éxito. Ahora teníamos un "huevito", un pequeño apartamento sin ventanas al exterior. A pesar de su tamaño, sucedieron cosas enormes y por lo tanto nuestra relación creció. Un año después estábamos totalmente seguros cuando decidimos casarnos. Nos conocíamos lo suficiente para saber sí queríamos eso para el resto de nuestras vidas. Así que nos mudamos a un lugar más grande, porque los dos queríamos que una familia.

Hace exactamente ocho años, un 23 de Julio del 2005, nos casamos. Fue una ceremonia bellísima, el Padre Quique (mi hermanillo) y la capilla en la celebramos nuestra unión, fueron ingredientes precisos para un momento mágico. La gente recuerda que lloré, los que me conocen de toda la vida saben que lo hago cuando me emociono mucho. Recuerdo que la frase estaba diciendo estaba relacionado con las buenas intensiones con las que me estaba casando. Y por eso fue tan conmovedor para mí, por que ella mi inspira las mejores.

Hace cuatro años tuvimos a nuestro primer hijo, todo un maestro. Muchas veces uno se encuentra tratando de enseñarle a él de cómo deben ser las cosas. Y luego el nos enseña a nosotros como son realmente. Él con su candidez y alegría nos recuerda constantemente lo linda que es la vida. Además, su entendimiento y sensibilidad son impresionantes. Su vena artística, expresividad y encanto atraen a toda la gente que comparte con él.

Hoy, después de tantos años... la amo. Yo sé que para los que tienen décadas de convivir, la primera es muy representativa. Hemos vivido crisis muy fuertes, en el plano económico, afectivo, laboral, y de salud. Juntos lo hemos sobrepasado. Y juntos, gracias a nuestra profunda amistad, seguiremos creciendo y logrando lo impensable.

domingo, 16 de junio de 2013

La Universidad de la Paternidad

Los que somos padres no tenemos seguridad si lo que hacemos es lo correcto.

A diferencia de cuando mis padres les tocó edificar una familia, en el día de hoy a mucha información acerca de la paternidad. Miles de personas que alegan saber que es lo mejor para que sus niños sean "bien educados". Muchos se contradicen entre si y es tantísima la información que es verdaderamente abrumador. Todo tipo de teorías y metodologías que a nosotros los padres (y en mi léxico eso incluye a las madres) nos vuelve locos y al final ¿Quién sabe realmente lo que es mejor para nuestros hijos?

Mi amada esposa y yo estamos esperando un nuevo miembro en la familia. Y de nuevo empieza mi inquietud acerca de las muchas decisiones que uno tiene que tomar para evitar las miles de maneras en que uno puede meter las patas. Es impresionante las muchas veces que uno se preocupa. Se llega uno a obsesionar por que no están cumpliendo las espectativas. Se toman medidas drásticas, nos enfadamos y tanta tensión llega a ser algo sumamente frustrante.

Por dicha se acuerda uno de lo importante que es simplificar la vida. Se vuelve uno a divertir y todo fluye de mejor manera. La es esperanza es que con todos estos cambios no nuestros hijos no queden demasiado traumados. Es definitivamente nuestro interés de uno como padres, mostrarles a nuestros hijos que son amados. Ojalá disfrutar de todos los momentos que sean posibles, mostrarles que la vida es divertida.

Por que es importante salirse del camino se nos ha impuesto, sentarse en una banquita y respirar. Esos momentos personales lo convierten a uno en una individuo, en una persona con criterio que se comprende a si mismo. Hacer un deporte o arte, comer rico, escuchar música, meditar, visitar un amigo, o alguna otra cosa que lo ponga en contacto con el presente. También es importante reconocer que luego de trabajar en uno mismo, hay que volver a ese camino para compartir esa experiencia con la gente que quiera recibirla (nunca imponerla). La satisfacción que eso nos brinda es clave porque así caminamos felices.

Todo esto lo aprendí del ejemplo que mis padres me dieron, por eso y muchas otras enseñanzas, vivo agradecido con ellos. Ahora es mi turno de heredar su legado y continuar disfrutando de ser padre.

domingo, 12 de mayo de 2013

Con las tenis puestas

Corrí y ayudé a plantar un árbol

Hoy corrí mi primera carrera oficial de 5 kilómetros.

Me parece increíble que ya llevo cinco meses corriendo, bueno, trotando es más exacto. Llevo cuatro años tratando de desarrollar el hábito de mantenerme en movimiento. Todo empezó cuando retomé mi sueño de niño: la música.

Cantar incluye mucho más que las cuerdas vocales. Abarca aspectos de postura, buen aire, abdominales que den base y en el caso del rock: fuerza física y resistencia para transmitir energía.

Una vez en un concierto en el 2009, bajé al público para iniciar un "slam dance" y en menos de un minuto ya no aguantaba la respiración. Durante la siguiente canción no pude cantar bien, casi me desmayo.

Los 17 años previos a este evento, el sedentarismo me envolvió. Irónicamente, los que me conocieron de adolescente saben yo era todo un atleta. Pero al dejar de usar mi cuerpo, las señales del atrofiamiento eran claras.

Mi hermano empezó a correr durante el 2012 y ya había logrado 2 medallas que le regaló a mis padres. Eso me inspiró mucho y por primera vez me puse un propósito de año nuevo: ponerme las tenis. un día a la vez.

Yo había conseguido una aplicación en la que puedes poner tu música (en mi caso Tool y Metallica) y usa los bpm para indicar el paso mientras Jeff Galloway va guiándolo a uno durante los entrenamientos. Mi esposa me había comprado unas tenis en uno de esos intentos de empezar. Sólo ocupaba mi constancia.

La primera vez que salí a correr hice 2 km, un minuto caminando, otro corriendo. Lo publiqué en Facebook y las palabras de aliento y "me gusta" me motivaron mucho. También sentía que tomaba un compromiso público.

La aplicación es muy insistente en lo importante que es escuchar a tu cuerpo y descansar porque el avance necesita ser paulatino. Así, poco a poco he ido subiendo la intensidad y hoy en día puedo alcanzar 9.4 km sin quedar exahusto.

¡Ojo con el ten!
Los lunes hago un entrenamiento de distancia confortable, que hoy en día es de 5 o 6 kilómetros en una velocidad moderada. Los miércoles hago intervalos de 400 metros intensos y 200 metros caminando. Los viernes hago una distancia larga, la idea es ir aumentándola semana a semana y ahora en ciclos de 4 minutos corriendo y uno caminando.

En cuanto a la música, el pasado 20 de abril hice una grabación para una publicación que haremos este año y sentí la diferencia. El nivel de energía es, para mi, muy evidente.

Cuando veo a mis amigos, me han dicho repetidas veces que han seguido de cerca mi avance y me felicitan. He tenido varias conversaciones acerca del tema con gente que le interesa empezar y con otros que comparten esta sensación de libertad.

Como verán, no es un esfuerzo aislado. Le debo mucho a todos los que rodean pero si hay un mérito propio: ponerse las tenis y salir a correr. Hoy, la gente con sus porras, el indio gritando y mi familia esperando la meta me llenaron de fuerza y ganas de vivir.

sábado, 9 de marzo de 2013

Mis dos maestros

Mis dos maestros (foto de papaija2008)
Hoy tuve dos maestros en un sólo día.

Uno llegó a la clase, sin mirar a nadie a los ojos. Puso su nombre en la pizarra, su email y nos habló de su títulos de la UCR, del INCAE y de su doctorado en Viena. Dijo que estaba interesado en escuchar nuestros nombres y porqué estábamos ahí. Cada vez que uno de mis compañeros decía algo interesante, él exponía cualquier cantidad de temas.

Habló extendidamente de lo importante que es un carro en estos días, por que andar en bus en un atentado. Luego, que cuando uno se casa es necesario sacar un préstamo hipotecario y que luego uno ocupa una tarjeta de crédito por que los hijos se enferman, tienen accidentes y "un montón de otros defectos con los que vienen los chiquitos". Atacó a todos aquellos de "las habladas populistas" y hasta les mentó la madre. Se burló de los profesores de matemática ya que "no son nada más que unos resentidos sociales que se desquitan con los alumnos para alimentar su ego". Habló de otros profesores y describió sus extrañas costumbres que "no le dejan nada bueno a la sociedad". Al final no nos pudimos presentar algunos de nosotros por que ya teníamos que ir a un receso.

Cuando volvimos, entró en materia. Los temas son de mucho interés para mi y el profesor los maneja muy bien. Decía que le interesaba que nosotros aprendiéramos conceptos que nos fueran ser útiles en la vida. Pero yo sentí que el hombre lo que quería era que leyéramos lo que escribió en la antología y que llegáramos a hacer examen. Es más, la clase terminó una hora más temprano de lo que se había planeado. Lo tomé como un alivio aunque no me hace gracia pagar una hora de clase que no me dan.

Me monté en el atentado, digo, el bus de regreso a casa. Como venía de prisa asumí que el bus en el que monté era el de La Periférica. Al rato me di cuenta que no andaba en ningún lado cerca de donde se suponía tenía que estar. El que está familiarizado con mi sentido de orientación sabrá que eso es algo a lo que yo estoy acostumbrado.

Cuando el bus llegó al final de la ruta, le expliqué al chofer y le ofrecí pagar mi pasaje de nuevo para que me llevara de vuelta a San José. El se negó a que le pagara, que con gusto me llevaba de vuelta pero que si lo esperaba 5 minutos. Por supuesto que para mi no había ningún problema. Al rato llegó su esposa y dos hijos con un bollo de pan y un fresco.  Se pusieron a planear a donde iban a comer; una vez que llegaran a San José. En el camino se montó un señor muy mayor, no tenía carné y aunque este le ofreció pagar, el chofer no le aceptó su dinero por que "usted es un ciudadano de oro y no paga". Subió un adulto joven al bus, explicó a los pasajeros que venía saliendo de la cárcel y que vendía unas cajetas. No solo lo dejó hacer la venta, le compró 4 cajetas.

Cuando salí del bus sentí que había aprendido cosas más útiles pagando 250 colones en un bus que varios miles de colones en una Universidad.

La vida es demasiado corta

Disfrutar del momento es todo un arte. En esta sociedad se nos enseña a vivir pendientes del futuro, y entre más nos preocupemos por ese momento que nunca llega... menos disfrutamos de lo que estamos haciendo el día de hoy.

Otro gran problema es vivir en el pasado. Aquellos que añoran todo lo que fue en algún otro momento no pueden darse cuenta de las virtudes del presente por que pasan comparándolos con circunstancias que ya no existen.

Hoy es cuando. Si no has hecho algo que siempre has querido hacer, hay que aprovechar que hoy estás vivo. Que el miedo del mañana y la culpa de ayer no nos paralicen.